La sostenibilidad no levanta cabeza

Recientemente IPSOS ha entrevistado a 50 importantes directivos europeos, sobre la marcha de la ESG en las empresas y las conclusiones no pueden ser más evidentes de que, la tibieza, ha invadido despachos de eurócratas (el paquete Omnibus da pena) y empresas que habían decidido poner fecha a sus planes de descarbonización.
Aquello de que la ESG tenía que integrarse en la misión del negocio y ser una propuesta de valor básica, en grandes compañías de alimentación y restauración, está siendo llevado, como ambición, a calendarios que van más allá del 2035.
Un montón de barreras (recuerden a Trump autorizando la vuelta a las pajitas de plástico) se erigen en la actualidad, obstaculizando la traducción de compromisos ESG en acciones tangibles.