La política de descarbonización del grupo lácteo ARLA bajo la lupa

Tras aguantar el chaparrón de ser criticada por el uso las críticas de un suplemento alimenticio para vacas reductor de metano, la super cooperativa láctea ahora está siendo investigada por no tomar las medidas adecuadas para cumplir con sus ambiciones ne cuanto a descarbonización.
Las entidades Changing Markets Foundation y Greenpeace Nordic, afirman en un nuevo informe que las políticas actuales de Arla no permitirán a la empresa alcanzar su objetivo de cero emisiones netas para 2050, ya que muchas de sus estrategias de reducción se basan en un I+D+I como el uso de aditivos para piensos y la producción de biogás a partir de estiércol. que aún no ha demostrado su eficacia y sus efectos duraderos, además de no abordar la causa fundamental de las emisiones.
El informe compara los planes climáticos de Arla con las directrices de la ONU para las empresas que establecen objetivos de cero emisiones netas y afirma que, de las nueve recomendaciones relevantes, Arla solo ha cumplido una en su totalidad (sin utilizar créditos de carbono, aunque la empresa ha utilizado anteriormente compensaciones para reclamar la neutralidad de carbono de algunos de sus productos), ha cumplido parcialmente cinco y actualmente no cumple tres.
Los activistas piden a Arla, a la que describen como «el ejemplo de la sostenibilidad de los lácteos», que establezca un ambicioso objetivo en cuanto al metano -una reducción mínima del 30% para 2030- y que cambie a «menos y mejores» productos lácteos, así como a más productos de origen vegetal.
Solo así, dicen podrá reducir sus emisiones al ritmo y la escala que necesitan.