Trump implanta la Inquisición en la Hostelería de EEUU

Pocos días ha necesitado el nuevo presidente de la Unión para sembrar el terror entre los empleadores y empleados migrantes de la hostelería.

Se calcula que trabajan en el sector un millón de indocumentados y que los migrantes legales suponen el 21% del total del empleo en la hostelería que, sin embargo pueden tener algún familiar indocumentado que se expulse del país.

La caza de brujas se hace puerta a puerta y ha llegado hasta la oficina federal de relaciones laborales. Durante su primera semana en el cargo, Trump no solo despidió a la consejera general de la NLRB, Jennifer Abruzzo, lo cual era un movimiento político esperado, sino que también expulsó a la miembro de la junta Gwynne Wilcox antes del final de su mandato de cinco años en una medida sin precedentes, dejando a la junta con tres puestos vacantes y solo dos!  miembros al frente de la dirección del organismo.

Tal es la preocupación entre los empresarios que en NY la patronal hostelera ha contratado al bufete Fox Rothschild para elaborar un dossier de protección legal de empleadores y empleados, para hacer frente a  los funcionarios que investigan en cada local.

Dicha preocupación se extiende más allá de los locales, La supply chain en hostelería está repleta de personas migrantes y por tanto pueden producirse cuellos de botella en los suministros a restaurantes si las inspecciones aplican las normas trumpianas.

Las quejas sobre este tema se añaden a las ya manifestadas por las empresas de restauración, en cuanto a la burocracia a salvar para legalizar a su personal , caso de no cumplir los  nuevos y estrictos requisitos .