Lavazza denuncia los efectos de una nueva regulación UE sobre desforestación que puede cambiar el escenario mundial del comercio de café.

Con unas ventas de sistema del orden de 3.100 Millones de euros en 2023 y un ebitda menor que en 2022 (menos 17% cayendo desde 284Me a 263Me) debido a unos costos disparándose, no sólo por problemas operativos (desde la crisis del Canal de Suez hasta un dólar fuerte) sino por la nueva subida del café en grano, que han llegado a suponer en conjunto 600Me más de lo normal, viene ahora la UE y promulga una legislación antidesforestación, que no considera el perjuicio que puede tener para las empresas que tratan con commodities como el café.

En la UE  el Grupo Lavazza, informa World Coffee Portal, después de entrevistar a G.Lavazza (foto)  al igual que las empresas de café de toda Europa, se enfrenta a un nuevo obstáculo regulatorio en forma de legislación antideforestación de la Unión Europea. Se exigirá a las empresas que importen a la UE productos considerados «principales impulsores de la deforestación» —como el café, el cacao, el aceite de palma, el papel y la madera— que presenten una declaración de diligencia debida en la que se demuestre que los bienes no han contribuido a la degradación forestal en ningún lugar del mundo después del 31 de diciembre de 2020.

Reconociendo la urgente necesidad de proteger los bosques y las tierras boscosas, Lavazza dice que la legislación es «dramática» y que «la industria del café está comprometida con la reforestación… Esto no fue considerado por los legisladores».

Lavazza también destaca que solo alrededor del 20% de los 12,5 millones de caficultores del mundo están actualmente listos para cumplir con la norma EUDR. Con la fecha límite del 30 de diciembre de 2024 para el cumplimiento a la vuelta de la esquina, eso significa que millones, especialmente los pequeños agricultores, podrían perder pronto el acceso al mercado europeo. Es probable que el comercio con África y América del Sur sufra importantes perturbaciones.

Lavazza también señala el hecho poco discutido de que, si bien el EUDR se aplica a todo el café verde, tostado y descafeinado importado a la UE, el café soluble seguirá estando exento, lo que podría dar una gran ventaja de mercado a las marcas de café instantáneo.